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Cómo la nutrición de precisión transforma tu calidad de vida

La nutrición de precisión es mucho más que “comer sano”. Es un enfoque personalizado que adapta la alimentación a las características únicas de cada persona: genética, microbiota intestinal, estilo de vida y entorno. Por eso, lo que funciona para alguien puede no ser adecuado —e incluso perjudicial— para otro.

Muchas veces ponemos el foco únicamente en el peso o en los resultados de los exámenes médicos, pero dejamos de lado lo más importante: vivir con energía, vitalidad y bienestar. Con los años, es común sentir cómo la energía disminuye, aparecen molestias o enfermedades, y surge el deseo de “haber hecho algo antes”. Aquí es donde la nutrición de precisión marca la diferencia, ya que no solo analiza peso y bioquímica, sino también micronutrientes, microbiota, indicadores de salud y calidad de vida.

Este enfoque propone actuar hoy con un plan integral y personalizado, que vaya más allá de pautas generales y se adapte a lo que tu cuerpo realmente necesita.

Recomposición corporal: más allá de lo estético

Un objetivo muy común es perder grasa y ganar músculo. Aunque suele empezar por un tema estético, en realidad sus beneficios van mucho más allá.

  • La grasa visceral no solo aumenta el riesgo cardiometabólico, sino que también acelera el envejecimiento al generar desequilibrios hormonales. Por eso, no basta con “bajar de peso”, es necesario tratarla de raíz considerando genética, estilo de vida, microbiota y hasta factores emocionales.

  • El músculo, por su parte, es un verdadero órgano de salud: protege órganos, mantiene la postura, regula la temperatura corporal y, lo más importante, cumple una función metabólica clave. Mejora la sensibilidad a la insulina, previene la diabetes tipo 2 y actúa como un “órgano endocrino” al liberar mioquinas que fortalecen corazón, cerebro, huesos e inmunidad.

El problema es que con el envejecimiento perdemos masa muscular de forma natural. La clave está en alcanzar el mayor nivel posible en la juventud y, desde los 40 años, proteger y mantener la masa muscular con una estrategia adecuada de nutrición y ejercicio. Diversos estudios muestran que la masa muscular es un predictor de longevidad y menor mortalidad en adultos mayores.

Claves para cuidar tu masa muscular

  • Proteína suficiente y de calidad: entre 1,0 y 1,5 g por kilo de peso al día. Combina proteínas de alto valor biológico (pescado, pollo, huevos, lácteos) con otras fuentes vegetales (legumbres, frutos secos, semillas).

  • Ejercicio inteligente: prioriza el entrenamiento de fuerza (pesas, bandas, ejercicios con el propio peso), combínalo con aeróbicos (caminar, bici, baile) e incluye flexibilidad y equilibrio para prevenir caídas.

  • Vitamina D y calcio: niveles adecuados de vitamina D (exposición solar moderada o suplementación) y alimentos ricos en calcio como lácteos, sardinas, almendras o brócoli.

  • Suplementación estratégica: proteína en polvo, HMB, creatina o multivitamínicos, siempre bajo supervisión profesional.

  • Hábitos de vida saludables: dormir bien (7–8 horas), moverse más en la rutina diaria, evitar el sedentarismo y darle al cuerpo tiempo para recuperarse.

La nutrición de precisión abre la puerta a una vida más plena, con más energía y vitalidad, ayudándote a cuidar tu cuerpo desde adentro y a lograr resultados que se mantienen a largo plazo.

LIC. TANIA RON
NUTRICIONISTA
NOVACLÍNICA SANTA CECILIA

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